15 de noviembre de 2015

Aún a pesar del duelo
en mi alma brilla un consuelo:
Aquel de que mi aliento
parte volando al viento.

Se que no caigo al suelo
y en quejumbroso vuelo
entro en tu carne y siento
mi vida en tus adentros.

He volado hacía ti,
no miento. Un águila
invencible ha llamado
a la puerta de tu hado.

-Soy en tu pensamiento-
Una imagen te he dado;
he entrado y levitado
en tu íntimo momento.

También has respirado
y el vuelo has remontado;
Ya soy yo el que te siente,
renaces tras mi frente.

Los dos hemos llegado,
Yo soy tú, tu eres yo,
de nuestro mutuo llanto
viene a brotar la flor.