23 de julio de 2018

Caminando

Por las sombrías avenidas hoy he visto esplendorosas velas en los espíritus despiertos, avivadas por hados como la soledad o la fiebre, en los desiertos de la noche, entre cadáveres caminantes, tres o cuatro naves como amaneceres solamente, han conseguido ahuyentar en mí la letanía aletargada de que todo es bello y redondo.
Luciérnaga infinita transeunte, mi profundidad ha consumado las horas para el deleite de las mónadas, y en un vuelo distante me he encontrado con la cera para mi fuego, con la carne para mi rayo, y de la sonrisa de la muchacha misteriosa he hecho quince tonadas para la dicha de este peregrinaje de luz y de sangre. Oh, manantiales de ignorancia y olvido, de apesumbramiento y desfallecer cotidiano,  encharcáis y abnegáis las miradas extranjeras como un mecanismo grasiento, con el sudor negro sobre sus auras, con las ropas grises sobre sus pieles de alba. 
Tanta belleza exterminada, tanto potencial ahogado que se escuchan los gritos mudos de los abedules y de los ángulos, que por los resquicios abruptos enjambres de culpa galopan por el aire visible para aquel que puede ver con el candil del trastero verdecino, ¿Qué potencia elige quién brilla más? ¿Qué aliento refresca el rostro santo de los dolidos y los apesadumbrados? ¿Quién colma de flores y puebla de cucarachas estas calles apestosas de Madrid?
Tomo aire para recordar la hermosa paradoja de que el aire es mentira y verdad, y que en ningún lugar, acaso tenga alas en vez de pies, sersines en lugar de zapatos,  y mi voz este resonando infinitamente tras los dientes, en el hueco de la lengua arcana de aquellos que me precedieron en el futuro atemporal. ¡Por un momento he sacudido de mi levita las eras y los verbos, y he visto la orgía del final del viaje humano, donde los barcos angelicales arden en llamaradas como la nieve, ¡ ya no es necesario tal cosa como el viaje! 

28 de junio de 2018

Dos coplas

            
-Del nombre de los hombres 
(Canción infantil)-

En los murmullos del río
-de mi mente el murmullar-
un Vacío yo encontré
en el agua y su tran tran.

Tran tran, el río que viene,
tran tran el río que va.

¿La rosa es rosa si muere?
¿El ser es ser al mutar?
Este Verde que ahora es verde
pronto es lila y azafrán.

Así te pusieron Nombre
dijeron "No ha de cambiar"
y aquel río que deviene
pronto te quebrantará.

Mil veces se vive y muere.
¿Quién te (re)bautizará?

Tran tran, el río que viene,
tran tran el río que va.


-Un amanecer-

El lamentar de la aurora
ha venido a despertar
un augurio de violetas,
una luz sobrenatural.

Tan pronto el naranja es rosa
vuela el Pájaro del Sol
y el rosa quedándose azul
va gimiendo de dolor.

Ya el blanco es omnipresente;
Apenas queda color,
mas todo se siente y duele:
Muere en el alba un amor.

25 de junio de 2018

Lira de la visión del piano derretido

Porta el Rey por corona
la omnisciente y silente flor de loto
que al sueño dimensiona,
y cual arcano ignoto
brilla perenne en el cielo remoto.

Ya su interminable hilo

de vibrante y mágica geometría
origina aquel pistilo
de blanca plata fría
que engendra el Sol de la sabiduría.

Un centro inmaculado

en el que todo diverge y converge,
crisol de aura y hado
que de la noche emerge
y en la noche toda vida sumerge.

-El uno para el todo-

Como si nuestra Luna transflorara
forjando Oro del lodo
o Moksha del Samsara:
La dalia mística del Sahasrara.
Desapareceré,
tomaré de mi agua,
caeré por las piernas de luna
a la cabeza rubia del niño
de los mandalas celestiales.

Romperé el pan
y brotarán los gusanos
y los cascabeles negros
todas las cucarachas al aplastarlas
son de un reluciente escarlata.

sus pies son azules
como los trigos al anochecer
y suben mis ojos hacia arriba
y su rostro es el de una serpiente
adormilada y sugerente.

La masturbación es la búsqueda
de ser un infante sin muerte
de ser una cascada reluciente
de brotar por la cabeza
de los hongos torcidos.

¡Escalopines, escalones,
escalas de de columnas y navajos,
hay miles de ojos por cada columna
se esconden entre las sombras
pronto serán hojas que caen.

El árbol esta seco hijo
que nunca tendré
lo secaron las lagrimas de la madre
por tener el hijo descarriado
que reposan en mis manos.

Cuando me doy cuenta que no es mi madre
y sale la sombra que se alimenta
encuentro el verde oscuro en el suspiro
que nace del terror de los celos
que siento de aquel no existir

En otro sitio, tal vez, desapareceré,
volaré de mi aire, elemental, cristalino,
removido con la espuma de la nube purpurea
que alimentan los invisibles de aquellos dioses
que nunca me asistieron

Eso lo sabrá el alma, si no hemos terminado nuestra Misión,
si no hemos culminado los procesos, polvo, blanco, sol, sueño,
comparto nu cuerpo con la otra conciencia que me trajo
el misterioso padre, cada vez ser más fuerte en el alma,
se hunde mi carne en esta tierra
mi cuerpo llora, estoy desnutrido, desposibilitado,
toman mi luz recuerdos, lamparas apagadas, figuras que se me escapan,
almas de las flores muertas de mi amor, ¡Estoy perdido! dentro de mi,
cada vez es menos probable que alguien me pueda asistir,
cuando era pequeña mi madre me prohibía entrar en los claros del bosque,
círculos de setas, hachazos de luz en las grietas descoloridas de maderas humedas
musgos amenazantes y no hay ninguna manera correcta de respirar,
estos seres que me miran pronto serán espantados por mi aura de movimiento
fulgurante de izquierda a derecha de ébano perla reluciendo en blanco por un momento
me he quedado quieto sin palabras con la visión de mi cuerpo levitando
con la búsqueda del color de mi aura, con todas las palabras levitando y grimaldi
arcángeles yahve entidades que me atacan¿quIEN FUISTE?


22 de enero de 2018

El pensamiento es un navío que eternamente zarpa

Castañean con frío
luceros verdecinos 
en la lejana aurora.

Cacarean con brío
lecheros pimenteros
en la tejana Aurora.

Cagalera hor tropío
lawyers fer nan Chu
estrupostópiscopisnaj

Ka k   ert o  haj
12
¡Bon voyage!

Tan pronto como ha venido
esta anciana oscurecida que cruza la calle
ha dejado de revelarse para mis ojos
¡Así de pronto se ha ido!
Y ha dejado en mis pensamientos
el bucle amargo de la desolación y la rueda
de las cosas que vienen para morir entre mí.
¡Cruzó! Simplemente; ya no está...
Y toda la atmosfera se amarga con un pensamiento,
todo otoñea como si hubiese venido para nada,
todas las historias ya no están,
las calles se han podrido
y yo sigo aquí.





7 de noviembre de 2016

Sábado 5 de Noviembre

Crane Bar, Galway  / 23:00 - 02:00 

Es una sensación indescriptible escribir en directo. 

Entran dos viejos con chupa y sombrero, y le dice el puertas viejo y menor que ellos y calvo: May I have your students card? - A lo que los otros ríen, dicen algo que no comprendo, entran y dicen, antes de coger las escaleras hacia arriba - Why is this door closed? -  Todos ríen y suben finalmente a escuchar el concierto.

Era una esquina sin ventanas, el último lugar de la guía que marcaba la segunda noche en Galway con música en directo.

Estoy borracho, saco el móvil para introducir la siguiente página del diario. entro al baño, bebo, me equivoco de música y tengo ganas de entrar.

Ahora salgo a beber, el inglés y el camarero de la barba están sorpresivamente hablando sobre montañas, el inglés le cuenta al barman cuánto le gusta escalar cimas, otra vez salgo a por una breve lucha masculina de sitios, esta vez con el tercero de la lista que reclamaba a la soprano, antes con el gordo empapado, me siento y me mojo el culo aunque esté mojado para escribir en la página del email. Escribo y se me olvida fumar. Me meo. (¿¿Is it ok tjat??)

Salgo y le cuento a un sueco los poetas de Irlanda preguntándole por qué antes tenían notebooks y ahora callejones, que más da, Im drunk, y escribo sobre el presente. Lo tendré en cuenta a la hora de escribir. Beberé y saldré y esc

Olivia, entré en esta isla enamorado de ti y salgo enamorado de ella. ¿Soy un cuervo? ¿amo todo lo que brilla?

Los que ganan la guerra tienen la victoria, pero los que pierden tienen la música. Lo dijo un irlandesa borracho que ligaba con mi madre hace tres horas en el piso de abajo. Ahora, al cantar sin la guitarra un irlandés en el piso de arriba, lo he entendido. Después ha empezado un ritmo alegre.

Esta gente se expande por el mundo silenciosamente.

Su alegría como pueblo es nuestra dignidad como raza humana.

Después del this is ireland, el inglés abrazó al que improvisaba, uno reía, luego otro tocó el violín, todos hablaron por un momento, luego bebieron y siguieron viviendo.

Al final estábamos fuera el inglés, el puerta, mi hermano y yo. Toti le preguntó la longitud temporal de su barba, el inglés confundió a otro grandullón con su amigo, el inglés entró y se dio con una puerta, el camarero irlandés se rió de él con elegancia y el inglés se mostró como borracho y buena gente, sino no estaría en Irlanda.

Jueves 3 de Noviembre

Tren de Howth a Dublín  / 16:00 

Am I awake?

I can say for sure:
In my dreams I live.

But do I live my dreams?
Perhaps.

Though when I'm crushed
into 
time and place, when I'm
surrounded by bodies
for long lifes and days: I just sleep.

In my dreams, it's different.
In my dreams I don't sleep.
In my dreams my fears and
sorrows turn me on,
and I feel free.

In my life, when I'm awake
there's no sense, no contact
between me and reality.

I'm a ghost. I'm a dream
that walks, and speaks,
and sometimes listens,
though I'm just a dream.

Will my birth take place
before than my death?

Will I exist further
than my mind's jail?

I don't know.

There's nothing I can know.

I don't know my name,
I don't know my number.
I don't know why my...

Why I'm not thankful?

I'm a miracle, I can breathe,
food is my gasoline and
blood is my street.

Therefore, why it's always
cloudy on my sight?

I don't expect a long-way
but I can feel, I can love,
I feel something loves me,
I feel like a dream that is not.

I feel a deep life in
and outside of me.

I suppose I'm real,
but, how can I know?

Do I need to know anything
to dream and to live?

I miss myself.

I miss me so much.

3 de noviembre de 2016

Miércoles 2 de Noviembre

Hotel Arlington, Dublín  / 18:00 

Sucede a veces que no me aguanto.
Entonces realmente no puedo convivir
conmigo mismo y me quedo sin respirar
aunque respire.

Otras veces, en cambio, me nace
un amor propio que hace que lejos
de no aguantarme, no necesite ninguna
otra compañía para encontrarme cómodo.

Incluso, cuando me encuentro entretenido
con otras personas, son mis propias
acciones e ideas las que me suelen entregar
mayor divertimento.

Esto no me ocurre en contadas ocasiones, cuando la compañía de otros tímpanos y cuerdas vocales me enriquece con nuevas perspectivas y conocimientos.

En estos casos, normalmente con mis buenos amigos o con completos desconocidos, realmente adquiere sentido relacionarse. Y suele ir acompañado de un trago.

Pero contigo, Olivia… porque es a ti a quien escribo estas líneas, ya no tanto para que las leas y quieras pensar que soy un tipo de interés, sino porque el hecho de expresarme por escrito, imaginando que es contigo con quien hablo, me hace sentir bien… Contigo, Olivia, sucede que no me soporto cuando te pienso, tanto como me siento Dios cuando tengo ojos y orejas para poder verte y escucharte, como si mi vista y mi oído se revelaran como un regalo divino cuando se me da la oportunidad de admirarte.

Estoy fumado. Y mi hermano pequeño acaba de entrar al cuarto mientras escribía estas palabras.

-¿Habéis fumado?- ha sentenciado con pillería. - No, en esta habitación está prohibido fumar. - le ha contestado con ironía mi hermano Gonzalo. Y tras un breve diálogo entre ellos, al que no he prestado demasiada atención, Nacho se despedía: “Bueno, sólo venía a por el cargador”, tras lo cual se ha dirigido a la puerta y se ha despedido tres veces: “Adiós” - Ciao - le contestaba - Adiós - Ciao. Y tras una breve risa cómplice entre él y yo, se ha marchado hacia la habitación que comparte con nuestra madre. Y con el cerrar de la puerta mi corazón ha caído, y he sentido ganas de dejar el papel, salir tras él e invitarle a quedarse con sus hermanos mayores. Incluso ahora, mientras pienso, se me ocurre que debería haberle invitado a unas caladas de la chusta que aún descansa bajo la ventana, mientras lo pienso, imagino destrozar la decadente cena con baile irlandés que nos espera esta noche y llevármelo sin previo aviso, y que nos vayamos los tres a quemar Dublín, a cerrar los pubs, a exprimir la noche y la juventud que nos habita.

Es por esto que a veces no sigo mis impulsos, porque mi imaginación desvaría y con sólo la iniciativa de un pensamiento llevado a la acción, los acontecimientos adquirirían el orden al que yo les invito, y entonces estaría vivo, no tendría nada de lo que lamentarme, ni estaría aún escribiendo sobre este papel. Estaría vivo. Y bailaría con la vida. Y mi hermano se sentiría menos solo. Y yo me sentiría menos solo. Pero tú, Olivia, te quedarías sin reír, y quién sabe, sin emocionarte con estas ocurrencias mías. Y entonces estaría yo realmente muerto. Ya que el hilo que me ata a la vida mientras no vivo, me une a ti en estas palabras más que el silencio. Y tu ausencia, cuando te hablo sabiendo que algún día me leerás, se vuelve llevadera. Y mi locura encuentra un cauce. Y mi mierda se convierte en palabras para ser menos mierda. Y después, me voy a dormir pensando que mañana será otro día, pero que tú seguirás ahí, igual que lo que no soporto de mí, igual que lo que me hace sentir bien por hablar contigo.


2 de noviembre de 2016

Martes 1 de Noviembre

Aeropuerto Madrid-Barajas  / 10:00 

Parto hacia Irlanda
con mi mochila vacía.

Sólo huesos, carne y sangre
transporto en mi bolsa.

La pasión y la voluntad
las dejé en la ventanilla
en la que me pidieron
el carnet de identidad,
(donde olvidé preguntar
si la identidad cabía en un carnet).

Sólo soy un vago intento de poeta,
y como tal debo morir en uno de aquellos
acantilados que he de visitar.

En mi vida me siento un miserable:
uno con todo mi amor,
mas en silencio,
y mientras mi amor
se apaga, el Demonio
y el Deseo me consumen.

¿Quién soy?

Otra vez nadie.

Pero te pienso, Olivia,
cada vez, cada vez
que pienso tú apareces.

Te olvidaré, Olivia,
aquí lo dejo por escrito,
que en mi pensamiento
no volverás tú,
ni tu figura,
ni tu alma,
ni tu voz,
porque mi amor es un amor
que no tiene cuerpo,
como el equipaje
que transporto sobre
mis pies, que está
vivo cuando te ama,
pero muere cuando no.


Hotel Arlington, Dublín  / 18:00 


Esto es como hablar con una pared. Resulta todo lo contrario a hablar contigo, mucho más tierno, suave y misterioso. Observando en mi memoria nuestros breves y recientes diálogos veo cómo se nos dibuja una media sonrisa en la cara, así como una mirada hacia adelante, como al vacío, pero sin atisbo de miedo, más bien llena de curiosidad. Quizá me esté volviendo loco, o quizás ya lo estaba, y lo único que ahora hago es reconocerlo claramente. 

Pero necesito Olivia. Pienso Olivia. Y respiro OliviaTodo ello me provoca una cálida agonía, entremezclada con una ilusión punzante. 


Hotel Arlington, Dublín  / 22:00 


Desearía ser plenamente libre, pero me encuentro en una especie de limbo, en el que observo a la Libertad rodeándome entre acristalados muros que no me permiten tocarla. A un lado estás tú, y yo contigo; al otro, mi no-dependencia hacia tus pensamientos, la idea de consumir tiempo contigo. Ambos lados son el mismo, en todos estás y no estás, mientras que yo, como ser observador, nunca realmente llego a ser nada.

Dublín me absorbe. La pienso contigo recorriendo sus calles, bebiendo generosas pintas de  cerveza sobre los taburetes del Temple Bar, mientras tres irlandeses tocan el banjo, la guitarra y un violín con ese ritmo tan suyo, tan de aquí, que me transporta a verdes valles donde los duendes persiguen sin descanso al arco iris con el reflejo del oro en sus ojos. Y eso hago yo también, mientras imagino Dublín contigo, o el resto del mundo contigo, y con ello mi pensamiento, que ya me invade por completo, persigue también al arco iris mientras tú duermes o no duermes en Madrid sin distinguir al verde duende entre los verdes prados.

Mi hermano Nacho tiene la luna en Capricornio. Hoy le he visto, en esta isla de gente amable, hecho ya un hombre. Un gran hombre. Solamente el hecho de verle crecer es motivo suficiente para que borre de mis pensamientos la idea de saltar desde los acantilados de Moher, que visitaré en próximos días. Me gustaría que le conocieras, incluso compartir contigo la bella sensación que me provoca viajar, así como tener dos hermanos menores de los que tanto aprendo, y que son mi verdadero sustento vital. Ojalá pudiera compartir contigo un amor tan puro como el que les profeso. Ojalá pudiera.

21 de octubre de 2016

Carta a Olivia C.

Muy admirada Olivia:

Te escribo, una vez más, porque no sé cómo hablarte. En nuestra última experiencia, quién nos lo iba a decir, descubrí escucharte, y no puedo imaginar desperdicio de vida mayor que no volver a hacerlo. Me gustas cuando hablas. Y cuando tienes sueño y estás cansada. También me gustas cuando estás un poco borrachilla. Y sobretodo, cuando me das los buenos días, a mí y a todos a los que mi mal humor matutino me impide dárselos. Ya me encantabas por la noche. Ahora me encantas por la mañana, y por la tarde, y a la hora del desayuno, y a la hora de comer y de cenar, y cuando sueñas, o cuando estás despierta y sigues y haces que yo siga. 

Te escribo, Olivia, porque quiero seducirte. Pero no durante una noche o quinientas, como haría un donjuan, o yo mismo en otros tiempos. Quiero seducirte cada día de mi vida. Cada mañana, como si fuera un nuevo desafío, quiero seducirte, y que al llegar la noche nuestros ojos y cuerpos se encuentren como si nunca antes hubieran amado.

¿Cómo voy a seducirte con una carta tan cursi? Soy un iluso… Por eso mismo imagino mi vida contigo, o al menos el día de mañana, o un porro en un portal, o estar una vez más tras una cámara capturando al tiempo en algún rincón del universo… Imagino, y eso me da fuerzas. Te imagino a ti, no sólo por tus lunares, y tus labios, y tu piel, y tus ojos que son misterio, te imagino por tu amor, por tu profundo amor, por la vida que emana de cada respiración, acción, palabra o pensamiento que sale de ti, por tu curiosidad y tu fuerza, por tu ingenio y tu voluntad, por tu sonrisa, tu sonrisa que escapa a tu cara y llega al mundo.

Y me pongo irremediablemente poeta y cursi… ¿Cómo voy a seducirte así? ¡Qué importa! ¡Te celebro Olivia! ¡Te celebro contigo en este instante, en este cuarto, desnudo bajo un edredón y un techo y la luz de una lámpara, te celebro mientras aprieto los dedos contra las teclas con mucha menos calma y mucha más que aquella con la que tocaría tu cabello y tus caderas, tus hombros y tus muslos, tu alma, Olivia, tu alma quiero para fundirla con la mía…

¡Qué pobre propósito! ¿No es acaso tu alma suficientemente elevada? ¿No tiene en sí todo el vigor, la generosidad y el carácter que a la mía le faltan? Seguramente sí… soy un loco, un loco que ve más allá, un pobre hombre que alberga entre sus ojos lo que ni ellos alcanzan a ver, un mártir, un guerrero de la vida para la vida, un hijo del cielo y de la tierra, un insatisfecho, un constructor de caminos…

¡Y contigo, Olivia! ¡Qué caminos construiría!

Serían tuyos mis pies, y nuestro alma de todas las almas.


Sería tuyo, 

Miguel

15 de octubre de 2016

Paloma blanca, paloma negra,
una de ellas es alta y tierna,
la otra salvaje, de carne y tierra.

Cielo y montaña, agua y hoguera,
tuya es mi sangre, tuya mi guerra.

Labios de ríos de venas,
ojos de blanco, manos de seda,
canta la blanca a la negra
bajo la esfera de la luna llena.

Bailan al mar con su sombra,
entre el mendigo y la arena;
duermen las dos palomas
cuando el ocaso se acerca.

Una es de noche y de luna,
otra de sol y mañana;
dos palomas cubren de flores mis sueños,
dos palomas, cuando mi cuerpo se acaba.


No importa quien roce tu cuerpo:
Yo soy dueño de amarte.

No importa que el viento te lleve:
Yo soy el viento.

No importa que no me arropes cada noche
porque ya eres madre de mi sueño.

No importa que mi cintura sólo baile
para tus ojos, y no para tu cintura.

No importa que la tierra sea seca
y mis pies rotos,
las noches largas y mi andar torpe:
No importa porque sonríes.

No importa nada, nada de mí que no sea
todo, ni nada del viento o del mar.

No importa nada que no sea dar,
nada que no sea tomar:
sólo lo justo y no más,
sólo lo justo y no menos.

Contigo todo lo tengo,
todo lo doy;
del cielo y la tierra,
del agua y el fuego
todo te entrego,
porque vives como la vida
y eres dueña de mi Reino.

Tuya es la llave,
tuyo es mi sueño.

16 de agosto de 2016

Ahora que tu cuerpo se ha ido,
y con él tus labios y tu piel,
puedo ver con claridad lo que has dejado en mí.

Ahora que tus ojos me ven siempre,
y no sólo cuándo los miro,
puedo al fin respirar tu Amor.

Eres mi Ángel, mi Luz;
por eso mi demonio, mi sombra,
acechan cuando te acercas.

Eres mi Luna y mi Sol,
mis dos mitades en una flor infinita.

Eres el canto que sólo se oye al salir de la cueva;
eres el eco que dejo atrás y la vibración que siempre me sigue.

Eres mi Yo y mi Tú, en uno solo.

Eres más que cualquier palabra…

Eres más que el sonido… más que la música…

¡Más que el tacto y el olor!

Más que el polvo y las estrellas,
más que nada que nadie jamás haya visto,
sentido u olvidado, porque cuando te Soy,
ya nunca me aparto de ti.

Ahora que te has ido,
al fin estamos juntos.
Mitad Aire, mitad Agua,
pero vivo en la Tierra.

Pertenezco a dos mundos que
rodean el mundo en que habito.

Ese mundo es mi cuerpo
y los cuerpos que me rodean,
tan de otros mundos,
como yo lo soy.

Todo me rodea y nada me toca.

Mitad nada y mitad todo.

Y te veo, Luna, mitad
clara, mitad tiniebla.
Y veo cómo no posees nada
y nada te posee.

Y veo cómo prestas la
luz de algo más grande que tú
sólo siendo reflejo.

¿Cómo poseer la luna?

Si ni a mí me tengo...

En el día cojo fuerzas
que en la noche se vacían;
sólo quedamos Dios y el miedo.

Preferiría no ser poeta
y ser cualquier cosa
para no ahogarme fuera
y salvarme en mi verso.

Pero esta es la cruz
que cargo, mi condena
y mi regalo, que
cuando doy, recibo, y
cuando espero recibir,
no doy.

Mitad Agua, mitad Aire,
vivo en la Tierra esperando
a que el Fuego me salve.

Si me oyes, Luna,
cuida de ella,
dale luz y cobijo,
alimento y cariño.

Si me oyes Luna,
no me mires,
yo respiro en el agua,
pero ella necesita tu abrazo,
tu mano, tu claridad.

Mitad luz y mitad sombra,
mitad yo y mitad nadie,
los dos amamos, Lunita,
lo que no nos pertenece.



Hubo un tiempo en que hablaba
conmigo mismo y me creía un loco.

Hoy hablo con Dios, y aunque
loco aún me creo, al menos tengo
a alguien con quién hablar.

Cuando mi alma siente pena
por ser pena y ser alma,
bebo vino y sonrío
de la noche a la mañana.

Mil mujeres he sido
y en cada una he muerto.

Mil cielos he rozado
y en todos hoy me embriago.

Vida y muerte, misma son;
desde mi piel asoma una luz
que muestro en la noche,
cuando nadie observa,
ni toca, ni escucha.

Mil demonios me hablan
desde dentro de mí.

Sólo una voz me embruja
aunque suene a mentira,
a melancolía, a tristeza,
como la luz que callado guardo
y que en estas letras se escapa.

Sólo un ángel me cuida,
de la noche a la mañana.
Hasta el hombre mas sabio se vuelve un ignorante cuando ama
y del amor nada aprende, 
porque cuanto más lo observa, más esquivo se le vuelve,
y aún con toda su sabiduría acaba por asemejarse un perro persiguiendo su cola.

En verdad es tanto más sabio ignorar que saber, se dice aquel,
pues todo lo que se sabe se ignora y todo lo que se ignora se acaba por conocer.

Autoretratos

El ciego:

Dolido, aletargado, confundido
por el espacio entre sombra y sombra
el ciego apenas bufa, ya no se lamenta
pues su voz es el espejo a sí mismo.

Guarda las palabras como otro los gestos,
-La palabra para él es su carne y su rostro-
y no recuerda, alcanza o comprende
la herida que imposibilita su existencia.

Quiere sanar, y no ve la causa,
palpa ridículamente la nada y la tiniebla,
intenta penetrar con las manos aquello intocable.

Como a medio hacer, el ciego da tumbos por la vida,
y no se le da la luz que puede revelar
el sentido de su tan torpe marcha.

Ah, infancia...

Son las raíces
las crueles cadenas
que impiden el vuelo de la flor.

La misma vida que nos dan
lleva el golpe que curva la espalda
y nos hace mirar, marchitos, a la tierra.

Un tiempo crecimos anhelando el cielo,
y el mismo tiempo nos dejó helados,
estáticos, esperando un retornar...

Donde la herida se hizo nombre
y donde nació la figura en el espejo,
quedamos anclados, como la flor maldita.

Y nuestros pasos nunca fueron pasos,
pues las raíces aferraban nuestros pies
a los días de juego, gracia, y desconocimiento.

Un tiempo crecimos anhelando el cielo,
y estiramos las manos con júbilo y fe,
y el tiempo llevo las manos al suelo. 

Un recuerdo mora
en el silencio del alma,
y transportado por la sombra
y mecido por la sangre y la entraña,
brota como una flor en la memoria del ojo
para transmutarse en una lágrima perecedera.
La lágrima, al surcar la carne y romperse en la tierra,
refleja el quebrarse de múltiples reinos azules ya imposibles.