4 de mayo de 2016

¡qué festin! Inspirado por ¿quién? y dedicado a Monserrat Caballe

Vengan a regocijarse los no amados, 
los despreciados, los rotos, los humillados,
los polvorientos y proscritos, los pálidos y famélicos,
los insomniacos, hechizados, desplazados, infectados,
los desterrados de sus madres, los quiméricos, los malditos.
Vengan y acérquense los dolientes, los desmejorados, 
los afligidos y apenados, los flácidos, quebrados y convalecientes,
los sedientos de luna, los hambrientos de muerte, los noctámbulos,
los débiles, quejumbrosos, los enclenques, los ridículos, los nefastos,
los inadaptados taciturnos y arrastrados, vengan los que no tienen lugar.

Vengan prostitutas y bufones, asesinos y poetas, profetas y ciegos,
los errantes, los que son Nadie, los vagabundos y trotamundos, 
los realmente enamorados, los ladrones, los nómadas y los borrachos,
Acérquense piratas y yonquis, vagos, degenerados, esquizofrénicos y mudos,
histéricos, corruptos y viciosos, los ardientes y los helados, los estafadores,
los expulsados, los renegados, los miedosos, los reservados y los avaros,
los demasiadamente drogados, los evadidos, los no reconocidos, los listos,
los rabiosos y enajenados, los ultrajados, los coléricos y furibundos,
los que sienten con tanto dolor los mundos, los suicidas y melancólicos,
los sensibles, autistas, los airados y lastimados, los que lastiman,
los insensibles y marginados, vengan los que no tienen lugar.

Vengan con sus fiebres y sus muecas, 
con sus mandíbulas apretadas, con sus groseros llantos,
vengan en silencio, a carcajadas, o si quieren vengan gritando.
Muestren la podredumbre de sus heridas, la hinchazón de sus golpes,
la amargura de los dolores recibidos, la impotencia de los dones no entregados.
Vengan imperfectos, torcidos, desvencijados, medio arreglados y vencidos,
vengan pobres y sin nada en las manos, vengan con sus aspiraciones frustradas,
con la culpa de sus conciencias, con el fruto de sus pecados, pesarosos, callados,
con el tiempo a sus espaldas, con la vida en sus miradas, con la voz temblando,
vengan arrastrándose, mutilados, desesperanzados, perdidos, descorazonados,
nostálgicos de hogar y sonrisa, de gracia, belleza, y dicha, ensombrecidos,
aniquilados, asolados, derruidos vengan los que no tienen lugar.

Haremos una fiesta los incompletos, los ignorados, los antihéroes y perversos,
los indecentes, los horrendos, los irrisorios, los calenturientos y los grotescos,
Bailaremos con los huesos rotos, con las pieles entumecidas, con las almas podridas,
una danza hedionda, apestosa, inarmónica, una orgía enferma y sanguinolenta,
cantaremos mal, sin fuerzas, sin tono, casi como un lastimero y compungido quejido,
y como ángeles de las ciénagas de la sombra maldeciremos a los hombres normales,
y como ángeles de las ciénagas de la sombra maldeciremos a los hombres normales,
y como ángeles de las ciénagas de la sombra maldeciremos a los hombres normales.

Vengan hombres normales, gente con el cutis limpio, con empastes y perfume del caro,
gentes con mirada bonachona que pasean sonriendo con sus hijos de la mano segura,
vengan diplomados, biencasados, hipócritas e hipotecados, saludables deportistas,
falsos amantes, profesores y jueces, madres perfectas, lectores de grandes bibliotecas,
académicos y millonarios, vengan los correctos, los aparentes, los consecuentes y rectos,
vengan todos insectos de supermercado, jóvenes hermosos, arrogantes y malcriados,
superficiales, chismosos, equilibrados y educados, gente que ha cuidado con vanidad su cuerpo,
humanitos con el rostro bronceado, con conversación fluida, con encanto y una falsa alegría,
tranquilos, aceptados, recién lavados y dispuestos a comer el postre, el café y fumar el cigarro,
sonrientes hijos de puta, amables animales, gente sin sombra, vengan los que tengan lugar.

Acérquense guapitas, responsables y  diplomáticos caballeros, comerciantes nimios y humildes,
estudiantes centrados, funcionarios del estado, todos propios, correctos, urbanos y ordenados,
en fila india, vengan, cabales, justos, adecuados, adecentados, venid pilotos y cazadores, sastres,
camareros y gente en paro, vengan buenamente, sin descuidos, amparados en la aceptación ajena,
cumpliendo disciplinadamente, impecablemente, vengan presentables, irreprochables, graciosos,
simpáticos, con vuestro caminar entrenado, con vuestro gesto impoluto, corteses, apacibles,
con vuestro vano abrazo y vuestra palabra bien colocada, acomodados, apoderados, sumisos,
vengan con sus cuentas corrientes, con sus caras corrientes, con sus almas corrientes,
vengan mansos, acatables, creíbles, admisibles, comunes, mediocres, vengan los que tengan lugar.

Vengan, únanse a la fiesta, abogados, empresarios, gente decente de clase media, ilustrados,
considerados y gentiles, bien hechos, vengan los prejuiciosos, los pudorosos, los que discriminan,
desenvueltos y charlatanes, ordinarios, modestos, serviciales, pónganse sus mejores galas,
adecéntense, sonrían, canten con nosotros los malmirados, bailen con nosotros los postrados,
¡No queremos que lo pasen mal! Queremos también que estén invitados, será una gran noche,
traigan sus cámaras de fotos,  su bienestar y risita risueña, coctel de ira y resentimiento, ensueño,
palabras de mi alma, rostros que se mezclan, más resentimiento, memoria inflamada, pústulas,
mesas repletas de comida, cadáveres, astros en el cielo, grasa, sangre por los suelos, vengan,
vengan todos a la fiesta de mi noche, de mi imaginación, pelo, cubertería sucia, dientes desquiciados,
situaciones incomodas, risotadas, es una gran fiesta, vengan todos tengan o no tengan lugar,
si es que acaso no han llegado ya. ¡Bienvenidos cretinos!