2.
¡Ay, ojos negros! Otra semana más, quizá dos, me faltan para verte.
Con vino blanco te he encontrado y con vino blanco te olvidaré.
¡No! ¡No! (vencido) ¿A quién quiero engañar?
Tengo tus lunares clavados para siempre en mi mirada.
Su tacto… su tacto… tu piel y tu hechizo.
Ay, ojos negros… te hablo por aquí, porque ni borracho me atrevo…
¡Ay, ojos negros! Otra semana más, quizá dos, me faltan para verte.
Con vino blanco te he encontrado y con vino blanco te olvidaré.
¡No! ¡No! (vencido) ¿A quién quiero engañar?
Tengo tus lunares clavados para siempre en mi mirada.
Su tacto… su tacto… tu piel y tu hechizo.
Ay, ojos negros… te hablo por aquí, porque ni borracho me atrevo…
…ya sabes, a mirarte.
Tengo un don para ver más allá de los muros del corazón,
y una pena para sólo observar su secreto.
Quisiera encerrarme contigo sin tiempo ni alcohol,
solos en un lugar, tú y yo,
y que los muros de nuestra carne se fundan hasta desvelar el misterio.
Quisiera hacerlo todo contigo.
Quisiera, para empezar, poder hablarte…
¡Pero soy un mendigo! Hijo de la soledad y el destierro…
¡Ay, Olivia! ¡Si te observo todo se detiene!
Si te miro, el deseo me vence… ¡Y más que el deseo!
Si te miro, quedo mudo y ciego, sordo y tuerto,
Si te miro, Olivia, sólo a ti: mi secreto te pertenece.
Ay, ojos negros… si tan sólo pudiera hablarte…
Tengo un don para ver más allá de los muros del corazón,
y una pena para sólo observar su secreto.
Quisiera encerrarme contigo sin tiempo ni alcohol,
solos en un lugar, tú y yo,
y que los muros de nuestra carne se fundan hasta desvelar el misterio.
Quisiera hacerlo todo contigo.
Quisiera, para empezar, poder hablarte…
¡Pero soy un mendigo! Hijo de la soledad y el destierro…
¡Ay, Olivia! ¡Si te observo todo se detiene!
Si te miro, el deseo me vence… ¡Y más que el deseo!
Si te miro, quedo mudo y ciego, sordo y tuerto,
Si te miro, Olivia, sólo a ti: mi secreto te pertenece.
Ay, ojos negros… si tan sólo pudiera hablarte…